Pero calladita, ¿Ah?

Qué mal Despojo con Miseria el que tragué hoy.
Con ese "gusto a poco" de los libros famosos.
Como el "con qué cara" que refriega la flaca envidiosa a la fofa medio desnudista.

Un sabor que no es muy caro, pero ¡"Puta" que es rico!
Jugando a saber a almendra, quizá leche... quizá cicuta, como está "la moda" en estos días.
Apenas y asumo que es absurdo.
Como cuando hablas o escribes algo referente a alguien, y después tienes el descaro de pedirle disculpas por si le heriste.

Como a hábito de promesa que sabes solo conjeturarás.
Como al "juega con fuego... y se te quitará lo porra".
Como a "abre la boca y chúpame ésta. Y chúpala bien, ¿Ah?"

Es un gusto a rancio.
Como haber guardado el pecho para "ésto".
Haber perdido mi gloria para un "qué".
Hacerme la "creída" de que gané y en realidad el "concurso" ni siquiera estuvo.

Sabe a comida para perros: solo un arrastrado se la puede comer.
Sabe a vaca muerta: una patada en la nuca y todo bien.

Sabe a memoria de elefante... a terquedad de orgullo.

Sabe a mí.
A lo que gustaba.
A lo que gusté.
A lo que aún gusto.

A lo que jamás dejaré de gustar.

A nada.