- "Hola. Quiero un pasaje a... "

Cuantas otras cosas "como yo" habrán montado esa catrera, me pregunté desde esa noche.
¿Me armo de tu valor y cuento a lo largo de este mes?
¿O asumo mi pobreza de ingenuidad y comienzo a enlistar el semestre? Digo... así aprovecho de incluírme en la frívola decadencia de piernas abiertas y por abrir.

¿Qué tanto te habrán prometido todos esos gástricos gemidos?
¿O hubo alguno en verdad bueno? ¿De esos viscerales con el leve tirón hacia la yugular?
O ninguno se descargó en esa exquisita ira de fuego. Nadie que tenga mi nombre, al menos. Nadie que te lo haya contado... has de saber que la vergüenza a la ñoñez también baña en esas sábanas con tu aroma a Maquiavelo Adolorido.

Quienes habrán mentido más a lo largo de esos indefinidos brotes de pseudo vorágine: ¿sus ojos cerrados o los jadeos que te propinaron?
Dentro de todo, uno de los pocos lugares en los que ni siquiera te mientes (o no sabrás mentirte) es sobre esa colcha; sin embargo, cómo es de fácil mentir para quien se desnaturaliza bajo (¿o sobre? Que aún no sé cómo llegar a éllo) tuyo. No sabes la de veces en que pretendí mentir - hablar algo que te diera un Corte en Trámite a lo Sin Querer Queriendo como los de pueblos como éste (que se demoran horas -a veces días- en asumir... imagina la de días en "reparar")... pero creo que te lo dije, o se lo dije a personas en las que merodeabas: No sé Mentir, sé hablar cada vez menos con los años y tanto la vista como mis dedos se "catolizaron" bajo tu particular Tiranía, y juraron -acto seguido cumplieron- que no buscan jugar a quemarse, ¡Para qué! Si como dicen las frases poblacionales: llevas fuego en los ojos; y ni en los labios ni en las manos llevas Sulfuro de Hielo, de ésto estoy segura.

No sé porqué me arriesgo a que pase un nuevo segundo y me desarme en "me gustas mucho".
En realidad... no quiero asimilar admitir que me subo con este pasaje a la nada, quizás; no por lo que carezcas, sino más bien por lo que me desborda.
Me molesta saber no soy la primera (porque ¿La única? Sé que jamás, aunque yo lo diga con más espontaneidad), y éso que desde hace unas semanas a la fecha que me "gusta perder". Es odioso ser parte de una arcada conjunción de "Te amo; me enamoré de ti; te quiero". Entre tanta bacteria inmune a verĭtas, hasta mi nombre ambiguo se vuelve tan escorial como los anteriores que memorizaste, y sin ningún permiso a mi retina, más drástica que mi lengua -con gusto algún camino tuyo eriazo-.

Aún así, me doy el permiso de ser la última que te lo pudo decir y no te lo dijo... tanto por tu mirada agotada de falacias que ni tuyas han de ser, así como a este nuevo terror mío a sentirte silenciar por una nueva desfachatez de mi inhumanidad.

---
Feliz de dejarme vencer por los dedos. Incluso ahora, siendo pasadas las 7.40 de la mañana... es malo dormir, con la ansiedad, al menos.
Dije que Gusta ya no me gusta, así que aprovecho de aclarar que en realidad adoro más cuando sale de mí: Nada Personal ¿Ah?
Besos y abrazos
(Si tienen un espejo... ahí se ven! In memoriam a Querétaro)

Andre.-