Antofagasta del carajo

Es... una nostalgia horrible la que se corroe en los dedos; en mis dedos.
En el resto del cuerpo... ese escalofrío molesto que te produce la ansiedad, la adrenalina; el ver que tengo cómo regresar allá, ir por fin a ese balneario arrogante y sin gracia... y yo sola (Que tengo que velar por cumplir éso, eh? Sola, no muy sola, más que sola... como fuere).
Vivo en la paranoia extrema de contar los días en el calendario de la muralla, en el recuadro de la lap, en los suspiros de rabia que se incrementan por cada hora que paso acá... por cada segundo en que no me veo allá.
Necesito de lo ajeno. Incluso de esas miradas medio retrógradas de la vez en que me senté en medio de un sitio, y me colapsaron peor que de costumbre.
Recuerdo el día en que hablaba con Jorge, un compañero de carrera, contándole las cosas que tenía esa basura de ciudad y este lugar donde vivo (Tener ?).
Contar las risas que me soltó... sería perder el tiempo más de lo que lo hago acá.
En ese entonces, admito que me molesté algo por la seudo burla que me escupía. Ahora me doy cuenta de porqué se reía tanto. Yo misma era quien se reía de las cosas que decía.
Con mi cara de ahogo le recalcaba que necesitaba quedarme ahí, ya fuera por el tele, por la polución enferma que me ciega de día y noche, por la vida llena de envidia de la gente y la gente que busca envidia para tener una vida. El sociego de gente que te responde, hablando o chillando... da igual (callando también vale, así no me siento tan de pueblo... jajaja! imposible lo presente)
Quiero gastarme. Bajo la intención que sea y la conclusión que me tolere.
Escribiendo de acá lo resumo con una sequedad que asquea.
Recuerdo todo lo que escribí allá y lo quemé.
¿Por qué no quemarse uno? Total uno es quien se cree la mentira (o busca creérsela) .
Quiero volver.
Y me quedan dos semanas aún acá.
Dejo escrito que estaré allá ese 10 de agosto. Así recuerdo dejar de mentirme, agarrarte del brazo y sacarte la lengua, ciudad -hombre.
Escuchando?
Mmm... debieron de imaginarse, ¿Eh? U2 - City of Blinding Lights y el glorioso toque de Bono, como siempre al final... jajaja: Blessings are not just for the ones who kneel... Luckily...
Besos!
En el resto del cuerpo... ese escalofrío molesto que te produce la ansiedad, la adrenalina; el ver que tengo cómo regresar allá, ir por fin a ese balneario arrogante y sin gracia... y yo sola (Que tengo que velar por cumplir éso, eh? Sola, no muy sola, más que sola... como fuere).
Vivo en la paranoia extrema de contar los días en el calendario de la muralla, en el recuadro de la lap, en los suspiros de rabia que se incrementan por cada hora que paso acá... por cada segundo en que no me veo allá.
Necesito de lo ajeno. Incluso de esas miradas medio retrógradas de la vez en que me senté en medio de un sitio, y me colapsaron peor que de costumbre.
Recuerdo el día en que hablaba con Jorge, un compañero de carrera, contándole las cosas que tenía esa basura de ciudad y este lugar donde vivo (Tener ?).
Contar las risas que me soltó... sería perder el tiempo más de lo que lo hago acá.
En ese entonces, admito que me molesté algo por la seudo burla que me escupía. Ahora me doy cuenta de porqué se reía tanto. Yo misma era quien se reía de las cosas que decía.
Con mi cara de ahogo le recalcaba que necesitaba quedarme ahí, ya fuera por el tele, por la polución enferma que me ciega de día y noche, por la vida llena de envidia de la gente y la gente que busca envidia para tener una vida. El sociego de gente que te responde, hablando o chillando... da igual (callando también vale, así no me siento tan de pueblo... jajaja! imposible lo presente)
Quiero gastarme. Bajo la intención que sea y la conclusión que me tolere.
Escribiendo de acá lo resumo con una sequedad que asquea.
Recuerdo todo lo que escribí allá y lo quemé.
¿Por qué no quemarse uno? Total uno es quien se cree la mentira (o busca creérsela) .
Quiero volver.
Y me quedan dos semanas aún acá.
Dejo escrito que estaré allá ese 10 de agosto. Así recuerdo dejar de mentirme, agarrarte del brazo y sacarte la lengua, ciudad -hombre.
Escuchando?
Mmm... debieron de imaginarse, ¿Eh? U2 - City of Blinding Lights y el glorioso toque de Bono, como siempre al final... jajaja: Blessings are not just for the ones who kneel... Luckily...
Besos!
Etiquetas: Es mi Historia ¿Ok?
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