Día Especial

Hum... medio "Gusta Cerati" comienzo el tema. Pero bueno, que nada es en vano, "dicen"

Hoy...
No sé qué pasó con este "hoy" pero, de una u otra forma ha sido especial, tal cual. Ha sido único.
Desde que regresé a esta ciudad medio maquiavélica puedo considerar la reiterada idea de que los días son buenos, no únicos como en casa, no furtivos como en mi mente... pero buenos, lo quiera o no; pero que el día de hoy ya va al respiro vespertino y no quiero que se acabe...
Será por el anti sociego de no tener nada planeado para mi trabajo del jueves...
Será por la excelente nueva de mi pareja: Una excelente oportunidad de curiosidad para el rey de lo mañosamente no propio, jaja.
Será, quizá, por el maravilloso día que comenzó armarse desde las 11 de la mañana...
Será por el inminente contagio de cada una de las risotadas que transpiré hoy, desde que desperté, hasta el segundo que recién pasó. Esto de andar riendo - sonriendo sola para el "beneficio ajeno" (Y para el no prejuicio de esas mismas miradas) se ha vuelvo mi enemigo, nuevamente (De esos enemigos que no le declaras la guerra sino que... válgame la perra redundancia... le sonríes; es mejor que "El que calla otorga", no?)
Será porque hoy sí quise despertar añorando estar acá. Vivir un día más entre esta polución verdosa, pastosa.

Me recuerda a la sensación de las escaleras mecánicas, con su gente y las vidas que pretenden amparar... esa mezcla de sinvergüenza y tembloroso, de animal y ameba, de ángel y de humano.
La lengua del niñito que trata de aniquilarte. El celular apagado con que el ejecutivo simula hablar. El agote de la "nana autóctona" y la cólera de la mujerzota de 45 con antifaz de "quinces carreteados" que lleva la tipa que enseña aeróbicas a la vuelta de su templo - casa. El amor idílico que creen profesarse el tipo de 24 que baja por la huincha y la perdida tipita de 15 que se arregla el cabello.
El choque del carro de supermercado en la rendija del piso, haciéndote aviso de que se terminó el paseo evolutivo de Darwin.

Recordé lo especial que tiene esta ciudad. Lo que tiene toda ciudad... menos mi No ciudad: Gente.
De esas que destruyen anís, y de esas otras que lo recogen del piso con la lengua.
De las que prometen y de las que sienten que cumplen.
De las que existen... de las que "cuando sean grandes" mejor ni lo intentan.
Donde trato de estar. Donde me quitan... donde tú me quitas.

Y es ahí donde todo se pierde. Donde la única portada de retinas que tengo de meses acá se va con los pajarracos.

Es ahí donde regresa la añoranza...

Vuelve el desenlace tanto más fortuito que la misma alegría de hoy.

Extraño asincerarme con la pena. Extraño llorar de ella y con ella; extraño enojarme.
Extraño creerme "Dios en la Jungla Pagana" y no perdonar lo pantanoso de una indirecta.

De una u otra forma... extraño extrañar. Hay cosas que la gente en masa desprovista de cantidad no me seduce... Hay cosas que la sonrisa ya no me compensa.
Quedan unos 4 años acá; de ida y de regreso; queriendo estar dormida y... ¿La verdad? Es que siempre he de estar en pseudo receso.

De momento salgo. Cierta niña "pelusona" ja ajajaj, nah. Cierta amiga - anhelo viviente me ha contagiado con algo de ansiedad la hinchazón del tobillo (Hum si, malas noticias, Celebra ya no funciona en mí) y la que quiere curiosear otra vez irá por las calles de la que quiere ser ciudad.
Además...
El Día Especial aún no se me muere. Y creo que alguna lagrimilla (Ya sea de mi cara, ya sea de la cara de tu Dios) irá a caer. Quiero estar lejos, en mí, para sentirla caer.
Besos! Gracias por la paciencia.
Y chaíto, ¿No?
Andre.-

Pd.: No podía ser realmente especial sin que ustedes conocieran esta única vista que me ha encantado. Gracias a "Don Bastro" por el detalle de tomármela. Degusten de lo ajenamente propio...