Algo más que Enhorabuena
Creí que había soñado con este lugar...
De hecho, de una u otra forma he "soñado" este lugar la última semana: Unos cerros que sí merecen llamarse "Falda" de algo; un choque entre cielo y mar que es difícil de desprender el uno del otro; un silencio espléndido, no autos, no bocinazos... no nada. Una bahía que enamora y, para el insensato de corazón... que te vuelve a enamorar. Bañada en aguas oscuras (No como las "cristalinas" que salen en las propagandas del tele, que dicen prometerte tremendo descanso con un ojo de la cara y la mitad del otro como primera cuota de pago), sino de aquéllas que parece llevan la nostalgia de más de algún resentido y sus lágrimas que, con el pasar del tiempo se van enturbiando de azul marino. Hasta el rey más legítimo quedaría a merced de este azul, que es más de la realeza que el anterior.
Es extraño regresar acá, luego de un mes bastante denso en la "megalomaniaca" Región Independiente de Antofagasta, plagada más de deseos cumplidos que de ansias por soñar uno nuevo. Estando acá vuelvo a respirar sin prisa, sin ahogo; el sueño se me interrumpe con unos ojos abiertos, vivaces... no con la angustia de asumir unas nuevas 24 horas allá.
Reconozco que Antofagasta es un sitio único, mucho más si eres un pueblito que promete más años de prehistoria que de cuentos a largo plazo en el futuro. Pero cómo es de único respirar el mismo aire del edificio más alto de un lugar (De dos pisos, jaja!), y sentir que, como él, puedes tocar hasta el cielo... y que te respondan!
Regreso a un sitio en que prometerse algo es "angustiarse de ansiedad"... triste al no tenerlo en las manos- como dicen tenerlo las grandes ciudades- y desbordante de júbilo porque sabes que, de una u otra forma es sólo tuyo... de una u otra forma es posible.
Huir a la playa es cosa de cada habitante, a cualquier hora del día, desde cualquier sitio en que vivas, sin un más mínimo interés de status. Colocar tu canción a todo volumen mientras arrancas de lo que quieras no parece, precisamente, una locura... sino la salvación de lo inadecuado de la situación; prometer algo y no cumplirlo no te hace un revenido de la puta madre, sino que te hace el pseudo genio -sin lámpara, jaja- capaz de enseñarte algo mejor... pero todavía no.
El orgullo es lo que se quema en el pecho con el sol de la mañana, y se adecúa a un frío sociegado de tibieza ajena por las noches... no como en esta ciudad en que parece que hieres un trozo de carne -herida ya varias veces más por alguien como tú, de seguro- y el perdón no se vuelve sólo una cualidad mera de Dios.
Es... otro mundo; es una historia a medio escribir, o con la tinta un tanto esquiva... quizá es otro de los muchos libros que vuelvo a conocer (Jaja, que sí! Así como el de las manos de Sensei), en que queda abierto en cierto episodio y que si quiero seguir conociendo - leyendo - aprendiendo debo seguir "amistándome" con la curiosidad (Como si yo fuera tan desprovista de ello, jaja!), quizá desprendiéndome y hasta enamorándome del guión, por muy ajeno a mí que sea.
...
Ahora voy de regreso a la "Prometedora ciudad" que dijo poder darme el "Prometedor Júbilo" (A ver si la batería muy gastada de la laptop me ayuda también, de momento... al menos como prueba de promesas, digo yo)... ¡Que cómo son las cosas!... No sé cómo continuar (Y éso que tengo el disco Denzura de La Barranca a todo volumen).
El desierto aún me promete algo... me regresa el comentario de un compañero de carrera (Que, según él, es un comentario clásico, emitido por cualquier sabiondo): Un buen escritor puede escribir donde sea.
Éso no existe, no con la idiotez con lo dice... con lo retrógrado que es intentarlo.
Llevo dos meses acá y la sien no se me destila aún (Salvo por los medicamentos del último tiempo, je...), la conciencia no se me amarga más que con la idea triste de tener también cerca una playa para huír... salvo que ésta es de propiedad de privados... (Cosa que en esta ciudad no me parece mucha novedad)
Al menos regreso en menos de una semana a la "Tierra enjoyada por el sol" como dice el trillado trozo de cada uno de los pocos libros y reseñas de esta comuna medio en complot con Julio Verne (Siii... insiiiiisto!)
Veré si me doy el desquite aquí, durante la semana... quiero poner a prueba a esta ciudad (No como las "injurias" que escribí hace un mes y que... literal y realmente, ardieron en las llamas de mi infierno). Voy a poner a prueba el "vivir" aquí, como me decía cuando añoraba volver a sacar los más de 620 puntos para dignarme a mirar a la gente (Autohumillación, lo sé... y a la vez no)
Hum... vamos a regresar, después de todo, lo malo de acá lo cuento con los dedos y lo destruyo con éllos.
Ah... y sí, que estoy viva, jaja ajajaa. Gracias por los cariños enviados al "Emilio"
Y ahí se vienen las humaredas, las chimeneas díscolas de color, la pampa plagada de "límites fronterizos con fines de lucro"...Llegamos.
Enhorabuena... hasta el viernes que retorne a la retina.
Beeeesos y beeesos a todos!
Besotes y mi todo a mi vida.
Yo... aún yo, jaja.
De hecho, de una u otra forma he "soñado" este lugar la última semana: Unos cerros que sí merecen llamarse "Falda" de algo; un choque entre cielo y mar que es difícil de desprender el uno del otro; un silencio espléndido, no autos, no bocinazos... no nada. Una bahía que enamora y, para el insensato de corazón... que te vuelve a enamorar. Bañada en aguas oscuras (No como las "cristalinas" que salen en las propagandas del tele, que dicen prometerte tremendo descanso con un ojo de la cara y la mitad del otro como primera cuota de pago), sino de aquéllas que parece llevan la nostalgia de más de algún resentido y sus lágrimas que, con el pasar del tiempo se van enturbiando de azul marino. Hasta el rey más legítimo quedaría a merced de este azul, que es más de la realeza que el anterior.
Es extraño regresar acá, luego de un mes bastante denso en la "megalomaniaca" Región Independiente de Antofagasta, plagada más de deseos cumplidos que de ansias por soñar uno nuevo. Estando acá vuelvo a respirar sin prisa, sin ahogo; el sueño se me interrumpe con unos ojos abiertos, vivaces... no con la angustia de asumir unas nuevas 24 horas allá.
Reconozco que Antofagasta es un sitio único, mucho más si eres un pueblito que promete más años de prehistoria que de cuentos a largo plazo en el futuro. Pero cómo es de único respirar el mismo aire del edificio más alto de un lugar (De dos pisos, jaja!), y sentir que, como él, puedes tocar hasta el cielo... y que te respondan!
Regreso a un sitio en que prometerse algo es "angustiarse de ansiedad"... triste al no tenerlo en las manos- como dicen tenerlo las grandes ciudades- y desbordante de júbilo porque sabes que, de una u otra forma es sólo tuyo... de una u otra forma es posible.
Huir a la playa es cosa de cada habitante, a cualquier hora del día, desde cualquier sitio en que vivas, sin un más mínimo interés de status. Colocar tu canción a todo volumen mientras arrancas de lo que quieras no parece, precisamente, una locura... sino la salvación de lo inadecuado de la situación; prometer algo y no cumplirlo no te hace un revenido de la puta madre, sino que te hace el pseudo genio -sin lámpara, jaja- capaz de enseñarte algo mejor... pero todavía no.
El orgullo es lo que se quema en el pecho con el sol de la mañana, y se adecúa a un frío sociegado de tibieza ajena por las noches... no como en esta ciudad en que parece que hieres un trozo de carne -herida ya varias veces más por alguien como tú, de seguro- y el perdón no se vuelve sólo una cualidad mera de Dios.
Es... otro mundo; es una historia a medio escribir, o con la tinta un tanto esquiva... quizá es otro de los muchos libros que vuelvo a conocer (Jaja, que sí! Así como el de las manos de Sensei), en que queda abierto en cierto episodio y que si quiero seguir conociendo - leyendo - aprendiendo debo seguir "amistándome" con la curiosidad (Como si yo fuera tan desprovista de ello, jaja!), quizá desprendiéndome y hasta enamorándome del guión, por muy ajeno a mí que sea.
...
Ahora voy de regreso a la "Prometedora ciudad" que dijo poder darme el "Prometedor Júbilo" (A ver si la batería muy gastada de la laptop me ayuda también, de momento... al menos como prueba de promesas, digo yo)... ¡Que cómo son las cosas!... No sé cómo continuar (Y éso que tengo el disco Denzura de La Barranca a todo volumen).
El desierto aún me promete algo... me regresa el comentario de un compañero de carrera (Que, según él, es un comentario clásico, emitido por cualquier sabiondo): Un buen escritor puede escribir donde sea.
Éso no existe, no con la idiotez con lo dice... con lo retrógrado que es intentarlo.
Llevo dos meses acá y la sien no se me destila aún (Salvo por los medicamentos del último tiempo, je...), la conciencia no se me amarga más que con la idea triste de tener también cerca una playa para huír... salvo que ésta es de propiedad de privados... (Cosa que en esta ciudad no me parece mucha novedad)
Al menos regreso en menos de una semana a la "Tierra enjoyada por el sol" como dice el trillado trozo de cada uno de los pocos libros y reseñas de esta comuna medio en complot con Julio Verne (Siii... insiiiiisto!)
Veré si me doy el desquite aquí, durante la semana... quiero poner a prueba a esta ciudad (No como las "injurias" que escribí hace un mes y que... literal y realmente, ardieron en las llamas de mi infierno). Voy a poner a prueba el "vivir" aquí, como me decía cuando añoraba volver a sacar los más de 620 puntos para dignarme a mirar a la gente (Autohumillación, lo sé... y a la vez no)
Hum... vamos a regresar, después de todo, lo malo de acá lo cuento con los dedos y lo destruyo con éllos.
Ah... y sí, que estoy viva, jaja ajajaa. Gracias por los cariños enviados al "Emilio"
Y ahí se vienen las humaredas, las chimeneas díscolas de color, la pampa plagada de "límites fronterizos con fines de lucro"...Llegamos.
Enhorabuena... hasta el viernes que retorne a la retina.
Beeeesos y beeesos a todos!
Besotes y mi todo a mi vida.
Yo... aún yo, jaja.
Etiquetas: Es mi Historia ¿Ok?
1 Comments:
Hace poco encontré un lugar tan silencioso que lo hacian tan propio, tan mio; una calle rodeada de árboles y matorrales, rete angostita, muy larga y bastante gris, tanto que me recuerda los días nublados que tanto me alegran; la subia, la bajaba, la recorría de punta a punta con la excusa de ejercitarme un poco. No falto mucho para encontrarme en ella una vibora que intentaba cruzarla -.-" (perdió todo lo especial que tenía en una arrastrada del animal ese)...jejeje y creo que como a los lugares, a las personas nos pasa igual -eso de perder lo especial o el toque especial- al sentirnos fuera de nuestro espacio de confort.
Ohhhh ¿escribir?, ¿qué es eso? al menos lo que yo hago solo es poner una palabra tras otra sin mucho sentido, pero por mas que lo mio no sea escribir no se por qué pongo mas palabras en un texto cuando lo hago por la laptop que cuando lo hago por la pc, supongo que es el efecto del sonido de las teclas lo que me pone más rollera de lo normal. Así que eso de escribir en cualquier lugar no se le da a nadie, ni a cualquiera ;)
Pasátelo lindo
atte. Sheila san ^^
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